domingo, 27 de septiembre de 2020

 


OCTUBRE 2020. INICIO. Vicente Lizárraga, empresario de la industria automotriz, muere a manos del hombre al que siempre ha protegido y querido como un hijo, Aníbal Orozco, quien al saberlo al borde de la muerte, así como de que es su heredero universal, no se tienta el corazón para arrancarle la vida y luego fingir sufrimiento ante los demás. Anibal está casado con la débil Oriana, a la que maltrata y humilla todo cuanto puede. La desprecia por creerla una inútil que no sirve para nada, ni siquiera para tener hijos, y de la cual no se separa por conveniencia, pues trabaja como mano derecha del padre de ella: César Augusto Muriel, el cual está orgulloso de él y le agradece que se haya casado con la mujer, quien desde niña mostró un carácter taciturno y padeció depresiones, sin saberse nunca el origen de estas. Lo que nadie sabe es que Aníbal tiene una relación apasionada con Coral Balderas, su sirvienta, con la que desfoga sus más abruptas pasiones y quien lo tolera todo porque está enamorada de él. Aunado a esto, dentro de la empresa familiar, Aníbal tiene una relación extra marital con Susana Tamaris, una hermosa y sensual mujer que lo cubre en todas sus fechorías y que lo ama en silencio, a pesar de saber que él nunca dejará a su mujer. De ello se burla Néstor Amezcua, hombre que siempre ha estado encaprichado con ella y que al saberla apasionada, así como conocerle un secreto del pasado, se vale de chantajes para hacerla suya.

Maura Serret es una madre soltera que ha salido adelante a base de lucha y esfuerzo y que al no dejarse sobajar ni acosar por los hombres con los que ha trabajado, se ha sabido ganar el respeto de todos. Tiene un romance con Gerardo Nasta, el cual desea casarse con ella y ha ahorrado e invertido en la compra de una casa, para tener qué ofrecerle, pues sabe que nada ha sido fácil para ella, que es protegida por Tota, su madre, una enfermera que la ha preparado bien y que parece despreciar a los hombres, pues oculta que la hija fue producto de una violación. El carácter aguerrido de Maura la hace enfrentarse a Fausto Labrada, su jefe, el cual la desea y está decidido a todo para hacerla suya, poniéndole trabas para presionarla. Ella le deja claro que nunca le corresponderá y le recuerda que tiene novio, pero a este poco le importa e intenta besarla, obteniendo a cambio una cachetada.

Oriana confiesa a su madre, Dinora, estar cansada de vivir al lado de Aníbal, el cual no es el hombre intachable que todos creen y ha vuelto su vida un infierno. La progenitora le aconseja que se resignen, pues lo que vive es el calvario que le tocó, y debe soportarlo. Sin embargo Esrefanía se sincera con el marido y le dice no querer vivir con miedo y temor a sus arranques de violencia. Él no hace más que burlarse de ella y le asegura que eso no sucedería si ella pudiera darle un hijo. Busca a Coral para desfogarse y ella le propone que huyan juntos, desilusionándose cuando él se burla y la entera de que jamás huiría a ninguna parte con una sirvienta. Ella amenaza con irse y entonces él le jura que si se atreve a dejarlo, la matará. La muchacha se desahoga con su gran amiga, Elda Reyes, quien le aconseja que se embarace del hombre y así lo amarre, pues le dará el hijo que siempre ha soñado. Esto lo sospecha el Yovas Guzmán, un empleado que siempre ha estado atraído por la belleza de la sirvienta, a la que intenta enamorar, siendo rechazado. Por ello una noche, en que ve salir a Aníbal de su habitación, amenaza con descubrirla ante Oriana, si no le corresponde. La desesperada Coral le pide que le haga un hijo.

Luz Irma Ugalde, amiga de Susana, sabe que esta está enamorada de Aníbal y ahora que ha descubierto que está embarazada la aconseja para que haga todo lo posible por casarse con él. Sin embargo, para la amante, Néstor representa un gran obstáculo del que debe deshacerse si no quiere arruinar su futuro y el del hijo que espera. 


Esto se lo hace saber a Aníbal, quien se alegra por la noticia y en privado hace planes, pues sabe que dejar a Oriana para casarse con Susana sería una estupidez. No sabe que esta se ha acercado a su esposa para que sean amigas. A su vez, Néstor intenta convencerlo que de Susana no vale la pena y así como ha sido de él, ha sido de muchos.

Fausto le tiende una trampa a Maura para hacerla suya, sin importar que vaya acompañada de su hijo. Ella se defiende con un arma y huye. Se topa con Gerardo, al que intenta ocultar lo que sucedió pero Paolo, su hijo, se lo dice al hombre, quien busca al atacante y lo golpea. El jefe decide perjudicar a la empleada y pone en su contra una demanda que pierde, ya que Gerardo convence a otras empleadas para que denuncien los acosos del jefe, quien no tiene más indemnizar a Maura según la ley y, vengativo, se encarga de que Paolo sufra un accidente en que pierde la vida. Esto llena de dolor a la mujer, a quien el novio pide que se casen pero ella se siente confundida y confiesa a Tota no amar al hombre, hundiéndose en depresión por la muerte de su hijo.

Tras una discusión con Aníbal, Oriana sufre los maltratos físicos de su marido al grado que va a dar al hospital, alarmando a Dinora y César Augusto, a quienes el esposo de la víctima miente al decirles que esta tuvo un accidente, pues nuevamente tuvo una crisis. El suegro le cree todo pero no así su mujer, la cual habla con el yerno y le dice saber que su hija no es feliz a su lado y le propone que, si él no es feliz tampoco, se divorcien. Aníbal enfurece pero lo oculta, mientras que César Augusto decide buscar una enfermera para que cuide de su hija, conociendo así a Tota, la cual le recomiendan. Esta va a trabajar a la casa de Oriana, dándose cuenta de que le tiene pavor al marido y que no es feliz. Trata de indagar, hablando con Coral, quien asegura no saber nada y entera a Aníbal de lo que sucede. La enfermera sin embargo comparte sus sospechas con Maura, a la que concreta una cita con el hombre, al que pide que le de trabajo en las empresas. Al conocer a la mujer, Aníbal asegura a Néstor que ha quedado impresionado. El compañero acude a Susana para burlarse de ella y le revela que tendrá una rival.

Dinora hace saber a César Augusto que no está conforme por la manera en que Aníbal trata a Oriana, pues sabe que la maltrata. El hombre promete hablar con su yerno, mas hace saber a su mujer que su hija no es fácil de tratar y debe desesperar al hombre.

Gerardo felicita a Maura por su nuevo empleo y la lleva a mostrarle la que será su casa en cuanto estén casados. Ella, que solo piensa en la muerte de Paolo, intenta decirle que no está segura pero él no le da tiempo y a solas piensa en lo que sabe que la mujer le quiere decir. Jura que jamás se resignaría a perderla. Por su parte ella es presa de los celos de Susana, quien la trata con indiferencia y discute con Aníbal, el cual le deja claro que no se divorciará. La amante entonces le hace saber que se deshará del hijo que espera, pues en sus planes no está el ser madre soltera.

Seducido por la belleza de Maura, el audaz Néstor hace saber a esta que, si no accede a sus caprichos, se encargará de afectar su trabajo. La mujer muestra no tenerle miedo y promete que si se le vuelva a acercar, lo denunciará. Acude a Aníbal para darle las gracias por el trabajo y este la invita a cenar. Así lo hacen y cuando la lleva a casa, Gerardo arma una escena de celos. Ella, molesta, le pide que se alejen un tiempo, razón por la que el novio sufre y suplica a Tota que lo ayude, pero la mujer no puede hacer nada para convencer ni la mente ni el corazón de su hija y pide al novio que la comprenda, pues le será difícil superar la muerte de Paolo.


Luz Irma es novia de Gabriel Ortega, un colaborador de la empresa que descubre que entre Susana y Néstor existe algo. Se lo cuenta y esta interroga a su amiga, la cual acepta ser presa del villano, quien conoce un secreto que oculta, así como que este es el verdadero padre del hijo que espera. El colaborador pronto los escucha discutir y ella se acerca más a Oriana para envenenarla contra Aníbal. Descubre que la esposa en realidad no está enamorada de este y que fue presionada por César Augusto para casarse. Por ello la aconseja para que se divorcie, asegurando que puede ayudarla, sin que nadie se de cuenta. Su optimismo cambia cuando Gabriel le dice saber que espera un hijo de Néstor y este los escucha, felicitando a su amada, a la que dice que ahora ya todo los une y no hay quien los separe. La besa, feliz, y ella lo rechaza, gritándole cuanto lo odia.

Aníbal recibe la herencia de Vicente, convirtiéndose en millonario. Brinda con César Augusto, el cual le aconseja que adopte y se sorprende cuando el yerno le pregunta qué pasaría si le dijera que será padre. Le responde que jamás le perdonaría una traición a su hija, por lo que le advierte que, si tiene una amante, se deshaga de ella y el bastardo lo antes posible. El yerno se burla de él a sus espaldas y se sorprende cuando Coral le dice que está esperando un hijo suyo. Esto lo escucha Yovas, quien sabe que la sirvienta miente y está convencido de que el crío es suyo. Acude a Elda, quien protege a su amiga, misma que insiste a Aníbal para que deje a Oriana y esté con ella. Discuten en los lavaderos de la casa y en un arranque de ira él la ahoga. Oculta esto a su esposa y se las ingenia para sacar el cuerpo de casa, el cual arroja en un canal de desagüe. Cuando Coral es encontrada, el villano se las ingenia para mostrar preocupación y horror por su deceso, sobre todo porque esta estaba embarazada, situación que horroriza a Oriana, quien luego recibe un anónimo en el que le informan que el hijo que la sirvienta esperaba era de su marido. Se desahoga con Yovas, quien no puede creer lo que ha sucedido y se lo cuenta a Elda, la cual le dice sospechar que a su amiga la asesinaron.

Fausto insiste en acechar a Maura, quien siente miedo al sentir que alguien la persigue y le cuenta a Tota esto. La madre le suplica que se cuide u cual es la sorpresa de la chica cuando el malhechor la sorprende e intenta violarla. Son vistos por Gerardo, quien defiende a la mujer, ahuyentando al criminal, quien jura que se vengará de ella a como de lugar. Ella se refugia en el novio, quien le pide perdón y le suplica que sigan estando juntos. Maura se sincera y le dice no estar segura de quererse casar con él.

Gabriel descubre que Néstor está robando en la empresa pero no se lo dice, solo se lo cuenta a Luz Irma, misma a la que pide que no se lo cuente a Susana.

Tota se sincera con Oriana y le cuenta que ella sabe lo que es la violencia de un hombre y tener que complacerlo por la fuerza, pues fue así como su hija fue concebida. La paciente tiene recuerdos de su infancia y llora, aferrándose a la enfermera, a la que pide que no la deje sola nunca. Luego se sincera y confiesa a la enfermera que comparte su dolor, pues hace años ella también fue abusada sexualmente, mas nunca enteró a sus padres, por miedo a que estos la rechazaran. Se alarma cuando vuelve a recibir un anónimo y teme a que Aníbal haya buscado en otras lo que ella no pudo darle.

Al enterarse del suceso entre Maura y Fausto, Aníbal cita a la mujer y le pide que le cuente todo. Ella dice no saber cómo deshacerse del que fuera su jefe y Aníbal se da a la tarea de dar con él, para entonces amenazarlo. Fausto sin embargo lo reta, razón por la que el astuto Aníbal da con su domicilio y penetra en secreto durante una noche, sorprendiéndolo por la espalda cuando llega, para entonces cortarle la garganta, disfrutando al ver como la víctima se retuerce hasta morir, para entonces huir, sin dejar huella de su presencia.


César Augusto enfurece cuando Dinora le insiste en que Aníbal es violento y ha hecho infeliz a su hija Oriana. El hombre dice estar cansado de su mujer y satisfecho de que a su yerno le sobre el valor que a él le ha faltado para mostrar a su cónyuge quién manda. Enmudece cuando la esposa lo abofetea y le exige que no le vuelva a hablar de esa manera. El hombre sale furioso de casa y se presenta en la de Rosario Pacheco, mujer que por años fue su amante y con la cual se desahoga, contándole como se arrepiente de haberse casado con Dinora, así como sentir desprecio por Oriana, la cual es débil. Revela sentirse preocupado, pues no tiene a quién heredar y preparar para hacerse cargo de su empresa. Queda boquiabierto cuando la antigua amante le confiesa que ella tuvo un hijo suyo, y que este siempre lo ha querido conocer.

Aníbal debe viajar para cerrar unos negocios y hiere el ego de Susana cuando anuncia que será Maura quien lo acompañe. Es entonces que la amante le confiesa sus sentimientos y él le recuerda que ellos no pueden estar unidos, pues él debe estar con Oriana. Le da a entender que, cuando ella tenga a su hijo, debe entregárselo. La mujer habla con Néstor, quien le dice que el amante solo la ha utilizado para conseguir lo que quiere, pero nunca la amará. Luego le hace saber que está convencido de que el hijo que espera es de él y no descansará hasta comprobarlo. Esto lo ha escuchado Gabriel, quien se lo dice a Luz Irma, misma que reprocha a su amiga el cometer tantos errores. Susana entonces reprocha a Néstor el abrir la boca pues sabe que Gabriel es el que informa a Luz Irma de todo. Este acude a su compañero para reprocharle y el muchacho lo acusa de estar robando en la empresa. Por esta razón Néstor aguarda por él en la calle, abordo de su auto, y lo arrolla violentamente con el fin de matarlo. Sin embargo no logra su cometido, aunque el colega queda en estado de coma, lo que hace pensar a Susana que su amante es el responsable.

Maura y Aníbal viajan al Caribe y conocen a Leonardo De la Fuente, un hombre que desea hacer negocios con ellos. Luego de arduas jornadas de trabajo, él la invita a cenar y le confiesa cuanto lo ha impactado con su belleza e inteligencia. Ella, halagada, se deja llevar y al calor de las topas se sorprende cuando él la besa, por lo que sale de inmediato del lugar. Da un paseo por la playa y cree que Aníbal es el hombre de sus sueños.

Oriana le cuenta a Dinora de los anónimos que ha recibido y la madre se alarma, por lo que habla con César Augusto, quien le asegura que es normal que su yerno busque tener un hijo a toda costa, pues su hija no puede dárselo y él debe esparcir su semilla. La mujer no puede creer lo que el marido le dice y este, por su parte, se presenta en casa de Rosario para conocer a Bruno, su hijo, al que le dice cuanto desea prepararlo para nombrarlo su heredero, mas le pide que no diga a nadie que tienen la misma sangre, ya que sus enemigos podrían tomar represalias. Es así que lleva al muchacho a la empresa y pide a Néstor que comience a prepararlo, en ausencia de Aníbal, quien en todo momento busca complacer a Maura mientras están en el Caribe. Al estar a solas con Bruno, Néstor sonríe y lo abraza, festejando que por fin haya llegado el día que estaban esperando. Luego el hombre se comunica con Rosario, su hermana, a la que promete que pronto gozarán de la fortuna Muriel. El chico por su parte ve a su amigo Roy, al que ama en secreto.

Gerardo se alarma cuando Tota le hace saber que Maura está en el Caribe con Aníbal por trabajo. El celoso novio viaja al lugar, donde la sorprende. Esta vez la mujer le dice haber comprendido que no pueden estar juntos, pues él, más que enamorado, está obsesionado. Gerardo intenta besarla por la fuerza y aparece Aníbal para enfrentarlo. Al ahuyentarlo, promete a Maura que, a su lado, nadie más la molestará. 


Investiga en qué hotel se está quedando el novio de la mujer y le hace una visita, haciéndolo llorar al humillarlo. Lo duerme con formol y luego le ata una soga al cuello, misma que también ata del barandal del balcón. Cuando la víctima despierta, se aterra al saber lo que sucederá y es arrojada al vacío. Todo parece haber sido un suicidio que llena de horror a Maura, quien se refugia en Aníbal, el cual vuelve a besarla y le promete que sanará sus heridas.

Luz Irma aconseja a Susana que se olvide de Aníbal e intente ser feliz por su parte, ya que este jamás abandonará a Oriana, puesto que es la única heredera de César Augusto. Susana alarma a su amiga cuando le dice tener la sospecha de que fue Néstor quien arrolló a Gabriel. La novia del herido desea levantar una denuncia pero no tienen pruebas y deben esperar. Sin embargo se aparece ante el hombre, para abofetearlo y culparlo. Él solo se ríe de ella y, en venganza, acude al hospital, donde desconecta a Gabriel, quien muere. Esto llena de dolor a Luz Irma, la cual insiste en culpar a Néstor, quien furioso le exige que se lo compruebe y la amenaza al decirle que, si se mete con él, quizás sí se convierta en un asesino y se deshaga de ella. Susana interviene y pide a su amiga que no se meta con el hombre, jurando que la ayudará a conseguir las pruebas que lo hundan.

A pesar de la negativa del Yovas, Elda se presenta ante Oriana con el cuento de que necesita trabajo como doméstica. Es contratada por la mujer y la nueva empleada de inmediato hurga entre las pertenencias que Coral dejó en su cuarto y jura al otro empleado que llegará al fondo de todo, pues está convencida de que su amiga fue asesinada. Tiene un encuentro con Aníbal, quien se impacta al verla, pues cree conocerla de algún lado. Luego este se alarma cuando César Augusto le confía su secreto: Que tiene un hijo y que lo nombrará heredero universal de su fortuna. Esto hace que el ambicioso yerno hable con Néstor y le pida que encuentre a ese bastardo, pues no permitirá que le arrebaten lo que es suyo. No cuenta con que su cómplice es también parte de un ambicioso plan para traicionarlo.

Al volver a casa, Maura desahoga con Tota el suicidio de Gerardo, del que se siente responsable. La madre sin embargo considera que el hombre no pudo haber sido capaz y se sorprende al darse cuenta que su hija se ha deslumbrado por Aníbal, quien la enamora con palabras, regalos y acciones, a espaldas de Susana, a quien Néstor pone la tanto, provocando sus celos y que pregunte al hombre cuales son sus intenciones. Él se burla de ella, por lo que lo abofetea, para decirle que de ella no se burlará y estar dispuesta a decirle a Oriana que espera un hijo suyo. Aníbal descarga sobre su amante una mirada que produce miedo y le advierte que no insista en provocarlo o tendrá que atenerse a las consecuencias. Le dice de la existencia de un hijo de César Augusto, el cual los puede dejar a ellos y al hijo que esperan sin nada. La mujer se ríe de él, pues lo sabe millonario ya que heredó a Vicente. Pero al hombre poco le importa eso y quiere saber quién es su enemigo, por lo que le exige que investigue. Ella habla con Néstor, quien la entera de que Aníbal a él también le pidió lo mismo. Sin embargo al darse cuenta que su amante está entrenando a Bruno, Susana deduce que ese muchacho es el hijo de César Augusto.

Luz Irma contacta al investigador Juán Estrada, al que dice estar segura de que Néstor fue el responsable de la muerte de Gabriel. El policía comienza a hacer investigaciones, sorprendiendo al sospechoso, quien cree que su enemiga ha dado el primer paso y decide darle un escarmiento en complicidad con Bruno, al que junto con Roy hace depositar en casa de la mujer un nido de escorpiones muy venenosos. Cuando ella se acuesta a dormir, es picada por uno y al darse cuenta de que está infestada llama a una ambulancia, pero al desesperar decide acudir al hospital en su propio auto. No lo logra, pues el mortal veneno hace efecto y se estampa contra una agencia de autos y muere.


Leonardo llega al país y solo piensa en la belleza de Maura, a la que desea volver a ver. La contacta y la cita en su hotel, donde le dice aceptar hacer el negocio que ella y Aníbal le propusieron, solo si será ella la única persona con la que tenga trato directo. A espaldas del otro, la mujer habla con César Augusto y este le da luz verde para que actúe.

NOVIEMBRE 2020. Oriana vuelve a recibir un anónimo y al preocuparse es sorprendida por Elda, con la que se desahoga. La sirvienta le aconseja que investigue, pues quizás sea verdad todo lo que ha leído. Sin embargo Oriana teme a su marido y sabe que si intenta culparlo, él la castigará de manera violenta. Esto lo sabe Yovas, quien reprocha a la empleada el querer hacer su cómplice a la patrona, en busca de respuestas que nunca tendrá. Le dice estar convencido de que es ella quien envía los anónimos y le promete que, si Aníbal la descubre, será implacable con ella. La audaz sirvienta sin embargo no tiene miedo y se le insinúa al patrón, quien luego de besarla y tocarla, la toma de los cabellos y la echa a la calle, exigiéndole que no vuelva más. Ella le grita saber que él asesinó a Coral porque esta esperaba un hijo suyo. El villano intenta alcanzarla pero ella huye. Los ha escuchado Oriana, quien sufre en silencio.

Susana culpa a Néstor de la muerte de Luz Irma y él, tras negarlo, dice que ha hablado con Aníbal y este le ha confesado estar interesado en Maura, a la que la mujer enfrenta, diciéndole que está esperando un hijo del hombre. Han sido escuchadas por Oriana, quien no lo puede creer y de inmediato busca a su marido para reprocharle y abofetearlo. Este la toma con fuerza y le exige que se cale para entonces asegurar que ha escuchado mal, pues Susana está embarazada de Néstor, al que manda a llamar para que se lo diga. Este lo acepta y a solas se ríe de su jefe, pues ignora que lo que él cree una mentira es una verdad.

Dinora y Rosario se ven luego de tantos años y la primera ignora a la otra, quien se le acerca para decirle que tienen que hablar. Le dice que tuvo un hijo de su marido y que este está dispuesto a reconocerlo. La esposa insulta a la antigua amante y le hace saber que no permitirá que su bastardo se beneficie con un solo centavo de lo que ella ayudó a construir. Se reúne con Aníbal y le dice lo que sucede. Él le dice haberse enterado y promete ayudarla, convenciéndola de que solo quiere beneficiar a Oriana, a la que entera de los deslices de su padre. Esta sin embargo desea conocer a su hermano y se lo dice a Tota, quien pide a Maura que ayude a la mujer a investigar. La chica lo promete y se lo cuenta a Aníbal, quien se disfraza y busca a Rosario, a la que dice ser el abogado de César Augusto y necesitar hablar con ella para el reconocimiento legal de Bruno, como hijo del hombre. La mujer lo deja entrar y lo acomoda en su sala. Acude a preparar café y Aníbal la sorprende por la espalda, adormeciéndola al rodear su cuello con los brazos. Abre todas las llaves de gas y sale de inmediato. Al paso de unas horas la mujer reacciona y cual es su sorpresa cuando al abrir una puerta, a esta están empotrados un cerillo y una lija que al rosarse causan fuego, mismo que hace que estalle el lugar.

Oriana tiene intenciones de conocer a su medio hermano y es apoyada por Tota. Sin embargo esto hace enfurecer a Dinora, la cual no puede creer que su hija apoye a su padre, el cual las traicionó. La hija insinúa a la madre que César Augusto la tocaba cuando era una niña y la reacción de la progenitora es abofetearla y marcharse molesta de su casa. Tota, que lo ha escuchado todo, consuela a Oriana y le pide que saque todo el dolor que ha guardado durante años. Ella le revela saber que Aníbal mató a Coral.


Bruno lamenta la muerte de su madre y ante el rechazo de Roy, al que besa y confiesa sus sentimientos, encuentra refugio en Néstor, quien lo instala en su casa y busca a Susana, a la que acusa de ser cómplice de Aníbal, pues está seguro de que fue él quien provocó la muerte de Rosario. Al saber que Bruno en realidad es sobrino del hombre, Susana se ríe de él pues ha descubierto cuales son sus planes y le jura que no permitirá que se salgan con la suya. Ella sale de su departamento, con él siguiéndola. Discuten y cuando forcejean él la arroja por las escaleras. Al verla sangrar, la levanta y lleva a un hospital, donde más tarde le dicen que ha perdido el hijo que estaba esperando.

César Augusto se siente nostálgico y cuando le dice a Dinora que Rosario está muerta, la esposa se horroriza, creyendo que quizás Aníbal lo hizo para ayudarla a ella. Acude a rezar, pidiendo perdón a Dios. Luego acude a casa de su yerno, el cual le dice que puede estar tranquila pues él ni siquiera tuvo que ver a la occisa, y esta murió víctima de un accidente. Horrorizada, la suegra lo abofetea y llora, pues se siente su cómplice.

Maura no puede arrancarse a Aníbal de la mente y por ello decide entregarse a él. Cuando el hombre la lleva a casa, son vistos por Tota, quien pregunta a su hija qué tiene que ver con el hombre. Estar dice estar enamorada y la madre le exige que se deshaga de lo que siente pues sabe que el hombre está casado. Sin embargo el amor que Maura siente es más fuerte que todo, y Aníbal le ha prometido que se divorciará.

Oriana ve a Elda en la calle y se acerca a ella para decirle que la sabe responsable de los anónimos que recibió y haber escuchado su discusión con Aníbal. La sirvienta le cuenta del romance entre su marido y Coral, quien lo soportó todo por haber estado enamorada de él, al punto en que se embarazó para complacerlo, pero este la rechazó. Oriana sufre y es sorprendida por el Yovas, quien se compadece de ella y le dice lamentar también la muerte de Coral, a quien él amaba y esperaba un hijo suyo. La confundida mujer ahora no sabe qué pensar y cree que todos le mienten.

César Augusto entera a Aníbal del negocio que Maura cerrará con Leonardo. Al yerno esto le hace hervir la sangre y busca al millonario en su hotel para que lleguen a un acuerdo. Este sin embargo solo quiere tener tratos con la mujer y con orgullo y descaro confiesa estar interesado en ella. El villano descarga su furia en Oriana, a la que obliga a tener relaciones sexuales de la manera en que a ella no le gusta. Cual es la sorpresa del hombre, cuando al terminar de desfogarse la trata con ternura y la acaricia, preguntándole si le gusta. Ella lo arroja de su lado con fuerzas, gritándole que se detenga y llamándolo “papá”. Deja al descubierto su secreto, mismo que estremece al marido, a quien ella pregunta si así le hacía el amor a Coral, dejando entre ver que lo sabe todo.

A pesar de la muerte de Luz Irma, Juán sigue investigando a Néstor y para ello habla con Emmanuél, quien le cuenta que el hombre es su tío, así como la sospecha de este sobre la muerte de rosa, ya que cree a Aníbal responsable. El policía se entrevista con este último, el cual dice desconocer por qué lo interrogan sobre gente que no conocía y así se entera de que Rosario y Bruno son familiares de Néstor, quien a su vez le dice que Susana se encuentra en el hospital y perdió el hijo que esperaba. Esto causa la ira del amante, quien se repone pensando que le queda mucho tiempo para tener un hijo con Maura, de quien se ha enamorado y con la que se reúne, para llenarla de caricias, poniéndose violento cuando ella lo rechaza. Esto hace que la mujer le pida que no la vuelva a buscar nunca más, provocando que lo abofeteé cuando le pregunta si lo deja porque ahora se encama con Leonardo.


Susana se aterra cuando ante ella aparece Humberto Montero, un hombre de su pasado que ha estado buscándola durante años. Ella le exige que se largue y no la persiga más pero él quiere que ella le devuelva lo que le quitó. La mujer asegura no tener nada. Él está por atacarla pero aparece Néstor, quien lo ve sospechoso y hace preguntas a la mujer en cuanto el intruso sale. Ella le dice que era Humberto, el cual finalmente la ha encontrado. Le pide ayuda a Néstor, jurando que le va a corresponder como espera si él la ayuda a eliminar a ese hombre. Este acepta y al salir del hospital alguien lo golpea en la cabeza y toma muestras de su sangre. Lo mismo le sucede a Bruno, quien al verse con su tío llega a la conclusión de que están atrapados en una trampa. Busca a Roy pero este lo ignora.

Aníbal se siente entre la espada y la pared pues no puede fingir más ante Oriana y piensa en las revelaciones que esta le ha hecho. No deja de pensar en que César Augusto haya sido capaz de abusar de su propia hija, pero esto también le hace comprender todo y cree que tiene al suegro en sus manos, por lo que le hace insinuaciones que este no le permite.

Tota exige a su hija que se aleje de Aníbal o de lo contrario la delatará ante César Augusto, el cual la echará de la empresa. Maura reprocha a su madre el no estar de su lado ni comprender que ya no puede arrancarse al hombre del corazón. Tota le revela entonces que una vez ella vivió una situación similar y las consecuencias fueron graves. La hija pregunta si ella es producto de esa relación y la madre, nerviosa, dice que no. Maura la acorrala para que le confiese la verdad de su origen y se estremece cuando su progenitora llora y le confiesa que sí, que es producto de una violación.

Néstor acecha a Humberto, quien se ha valido de sus contactos para presionar a Susana y así esta le devuelva el disco duro que hace años le robó, con información confidencial. Sin embargo la mujer ha ocultado esto muy bien.

Bruno hace saber a César Augusto las sospechas de Néstor sobre Aníbal y la muerte de Rosario. El hombre se entrevista con su empleado, quien le dice estar convencido de que su yerno desea apoderarse de todo lo suyo, cuando muera. César Augusto enfrenta a su yerno, el cual le dice que las cosas se harán como si no se supiera de la existencia de su hijo, al que él ya conoce. El suegro enfurece, lo echa, y calla cuando Aníbal le dice saber que violó a Oriana cuando esta era una niña. Lo intimida a tal grado que al hombre no le queda más remedio que doblegarse a la voluntad de su yerno, quien lo amenaza con descubrirlo ante las autoridades y la sociedad. Le muestra las pruebas de sangre de Néstor y Bruno y le dice estar convencido de que el primero entró a trabajar con ellos porque confabuló un plan con Rosario, para estafarlo, ya que Bruno no es su hijo. El hombre enfrenta al muchacho, quien al saberse descubierto decide huir. Por su parte César Augusto corre a Néstor de su empresa y este le declara la guerra a Aníbal.

Leonardo le dice a Maura estar enamorado de ella y se atreve a besarla. Ella lo rechaza y decide dar por terminada su relación. Al toparse con Susana le pide a esta que sea ella quien se entreviste con el hombre. Ella lo hace y se sorprende ante el millonario, quien al conocerla y tratarla se da cuenta de que es una mujer hermosa e inteligente.

Elda exige a Aníbal una fuerte suma de dinero a cambio de no dar a la policía información muy valiosa y él accede a entregarle lo que pide, pero en efectivo y no en una cuenta bancaria, como ella se lo exige. La mujer accede y al verse hablan de cómo él enamoró a Coral y la utilizó, así como la manera en que se deshizo de ella por atreverse a retarlo. 


Entrega a Elda el dinero que le ha pedido y mientras ella lo cuenta, él la sorprende por la espalda y le dispara. La entierra en la fosa del viejo edificio en que se han visto, y cubre esa tumba con piedra y concreto.

Oriana se arma de valor y enfrenta a Dinora, a la que dice cuantas veces la violó su padre y no callar más porque se ha liberado. La madre no puede creerlo, se culpa a sí misma y llora llena de dolor. Cuando el marido aparece ante ella, lo abofetea, lo maldice, y lo acusa de ser un hombre despreciable que solo se ha encargado de destruir la vida de su hija, a quien el hombre busca para pedirle perdón. Oriana no lo perdona y le dice no querer nada de él, mas que conocer a su hermano. César Augusto le dice que no tiene hermanos, ya que Bruno no es hijo suyo. Sin embargo la mujer acude a buscar al muchacho, al que abraza y dice haber deseado que en verdad llevaran la misma sangre. No sospechan que César Augusto se ha encerrado en su despacho y se dispara en la sien.

TIEMPO DESPUÉS: Maura no deja de pensar en Aníbal, quien está al frente de la empresa Muriel y la busca constantemente, siendo rechazado. Tota habla con el hombre, al que pide que se compadezca de su esposa y deje en paz a su hija, la cual merece ser feliz con un hombre libre. Este sin embargo la quiere y decide tomar una decisión: Si la única manera de que Maura esté con él es siendo un hombre libre, matará a Oriana, quien acude a terapia con Pía Irazábal, una reconocida psiquiatra que la ayuda a superar sus traumas y miedos. La mujer se ha reconciliado con su madre, a la que pide que viva con ella, pues ambas dejarán de sentirse solas. Tota las apoya en todo momento y por ello Dinora toma la decisión, misma que incomoda a Aníbal, ya que con la suegra bajo su mismo techo no puede doblegar a la esposa, según su voluntad.

Juán Estrada investiga los crímenes de Aníbal pero no logra encontrar nada que lo inculpe y se lo hace saber a Bruno, el cual decide que vengará la muerte de su madre con sus propias manos. Sin embargo, ante la desaparición de Elda, el Yovas acude al policía y le cuenta de las sospechas de esta y de la relación entre Aníbal y Coral. Desea protección y cuando Bruno lo conoce, decide ayudarlo, permitiendo que se quede en su casa.

Susana mantiene una relación con Leonardo, quien le propone que viva con él y renuncie a su vida pasada. Esto alienta a la mujer a ir al banco para obtener el disco duro que robó a Humberto, decidida a terminar con su pasado. Recuerda los años en que el hombre la tuvo trabajando como prostituta y la volvió presa de sus abusos y maltratos, en la frontera norte del país. Jura que llegó el momento en que pague por todo eso y muestra el disco duro a Néstor, quien se lo roba para hacer negocios con el contrabandista, al que pide muchos millones de dólares a cambio de dárselo. Humberto promete que así lo hará.

Bruno acusa a Aníbal de ser un asesino. Lo golpea y el hombre lo toma en sus brazos y está a punto de estrangularlo pero reacciona y lo suelta. Le hace ver que ha sido una marioneta de Rosario y Néstor, quien seguramente lo ha apoyado para beneficiarse a sí mismo. El chico se marcha y acude a las empresas, donde Maura ha descubierto todos los desfalcos que su tío hizo. Ella le dice al muchacho que su tío es un ladrón, capaz de todo por dinero. En venganza, el chico busca a Susana y la entera de los planes de Néstor con el disco duro que le robó. La mujer entonces habla con Maura y le dice estar decidida a darle las pruebas que hundan a su cómplice, a cambio de que a ella no la involucre, pues renunciará a la empresa. Esta acepta y habla con Aníbal, quien decide denunciar a Néstor, el cual es seguido por la policía cuando se encuentra rumbo a su encuentro con Humberto, al que un cártel sorprende, desatándose un tiroteo en la que la policía interviene. 


Cuando el villano es capturado, luego de intentar escapar, el disco duro queda en manos de Juán, quien al abrirlo descubre muchas cosas sobre un cártel de la mafia al que se ha estado persiguiendo.

Susana presenta su renuncia en la empresa y llega con maletas al aeropuerto, abordando el avión privado de Leonardo, quien le da la bienvenida y le promete que no se arrepiente de haber aceptado su invitación. El avión despega y la mujer se estremece cuando su anfitrión y nuevo amante le dice que debe presentarla con un invitado. Ante ella aparece un sonriente Humberto, quien le dice que es un gusto volver a verla.

Aníbal y Maura se reconcilian y él le dice que esta vez dejará a Oriana para estar con ella, pues no desea vivir una doble vida. Hacen el amor y la mujer se siente dichosa. Le hace saber a Tota que confía en el hombre, y sabe que estará con él para siempre. Tota no tiene más remedio que hablar con Dinora, a la que dice que su hija es la amante de su yerno. Las escucha Oriana, quien dice no estar sorprendida y luego se desahoga con su psiquiatra, Pía, la cual le recomienda que se grabe hablando de las cosas que la atormentan y esta hace caso. Sin embargo una vez escucha que Aníbal se acerca y oculta su teléfono en modo cámara, temerosa. Se sorprende con el buen trato que él le da, besándola y sorprendiéndola con un ramo de rosas. Le pide perdón por la vida de maltratos que le dio y le confiesa que se casó con ella por interés, ya que César Augusto lo compró. Ella llora, le pide que se divorcien, pues es lo mejor para ambos. Él acepta y decide festejar porque ambos comiencen una nueva vida. Sirve champaña y en la copa de ella añade un veneno mortal que más tarde la mata. Él cree que ha triunfado, pero cuando Toda encuentra muerta a la mujer, da aviso a la familia y, mientras el cuerpo es velado, encuentra el teléfono y se lo entrega a Dinora, quien luego de enterrar a su hija decide cargarlo y revisar su contenido, aterrándose ante lo que ha visto. Se lo muestra a la enfermera, quien asustada le recomienda que no diga nada al yerno y lo entregue a la policía. Luego Tota le dice a Maura lo que sabe y esta llora, pues cree que Aníbal mató a Oriana para poder estar con ella. La madre la abofetea, le exige que reaccione y se de cuenta de que el hombre es un asesino, mientras que el hombre se sorprende cuando Juán Estrada aparece en su casa. Le asegura que ya no tiene nada qué decirle y aparece Dinora para decir que eso está por verse, entregando al comandante el teléfono de la difunta Oriana. El policía mira todo y la vieja acusa a su yerno de ser un asesino que envenenó a su hija. En ese momento Aníbal extrae de su costado una pistola y le dispara a Estrada, hiriéndolo, mientras le apunta a su suegra, aterrándola. Sin embargo no la hiere y sale de inmediato en su automóvil.

Bruno desahoga sus tristezas con el Yovas, con quien ha hecho gran amistad. El hombre le promete protección y se emborrachan. Terminan besándose y aunque ambos sienten confusión, no se resisten más y se van a la cama. Luego el huésped convence al muchacho de hacer una visita en la cárcel a Néstor, al que culpa de la muerte de su madre. El tío intenta convencerlo para que cobre venganza y mate a Aníbal, pero el chico dice estar cansado y decidido a dejar el pasado atrás, ahora que ha encontrado el amor. Luego habla con Juán, quien le propone que se una a las fuerzas de la policía, pues tiene aptitudes. El chico rechaza la oferta, toma sus cosas y va a la central de autobuses, donde compra dos boletos, decidido a rehacer su vida. Lo alcanza Yovas, quien lo abraza y aborda con él, dejando claro que lo cuidará y estará a su lado. Se toman de la mano.

Aníbal busca a Maura y le pide que huya con él, lejos, donde puedan ser felices. Ella lo rechaza y le dice saber que es un asesino. Entonces el hombre intenta obligarla pero aparece Tota con una escopeta, amenazándolo. Aparece la policía y el villano toma a su amada como rehén, amenazando con matarla si no lo dejan irse. Aparece Estrada, quien da la orden de que lo dejen ir pero este se lleva consigo a su amada, la cual no hace más que reprocharle el haberla engañado. Son perseguidos por Estrada en un aparatoso despliegue policíaco. El villano está convencido de que no lo pueden atrapar y acelera su auto, confesando todos sus crímenes a la mujer. Al darse cuenta de que se encuentra al borde de un precipicio, le dice que estarán juntos para siempre. Al percatarse de esto, Maura abre la puerta del automóvil y sale, lastimándose, mientras él cae al vacío, abordo del automóvil, el cual estalla. Desde las alturas, ella contempla el fuego, estremecida. La sorprende Juán, quien la introduce en una ambulancia que la lleva de regreso a casa, donde, en la calle, se reúne con Tota, quien la abraza. Lloran,, pues jamás se imaginaron la maldad de Aníbal Orozco, a quien creyeron un ángel, pero en realidad era un demonio.




FIN












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